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El Instituto tiene como misión la necesidad de ayudar y de abordar al niño como un “ser integral”; en su aspecto físico, emocional, familiar y social.
El objetivo es trabajar de una manera interdisciplinaria, con una mirada global del paciente y con un enfoque “biopsicosocial”.
Trabajamos con niños sanos acompañando y supervisando un buen crecimiento y desarrollo, pesquisando en forma temprana y oportuna cualquier alteración que pueda surgir.
A los niños que padecen de alguna patología o discapacidad tanto física como mental, los ayudamos en el camino de la rehabilitación, cuidados, sociabilización e inserción social.
En nuestra sociedad actual, existen dos escalas de valores contrapuestas en relación con el ser y el estar.
Por una parte, está la que encarna el éxito, la superficialidad y el individualismo a cualquier precio. Es pragmática y materialista; y el exitoso es el que tiene.
Por otra parte, nosotros creemos en la que mira al hombre en la dimensión más profunda y espiritual, en su capacidad de creación y de pensamiento, en su solidaridad y compromiso con el otro, en el desarrollo personal en el marco de la sociedad. Desde esta mirada el hombre exitoso es el que logra ser, y en este sentido pensamos que cualquier persona es valiosa para la sociedad.
A partir de esta posición se logra el abordaje integral a la infancia.
Desde este planteo consideramos la salud no como ausencia de enfermedad, sino como la situación individual, familiar y social que permite mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes intentando satisfacer sus necesidades individuales para alcanzar un estado de felicidad y realización personal.
La ATENCION INTEGRAL es aquella que contempla cada problema de salud desde un aspecto de prevención del problema con la promoción de hábitos y conductas saludables, desde un aspecto asistencial y adaptación social. Incluyendo los grupo de riesgo y los niños con necesidades asistenciales especiales.
La consideración del niño como una unidad bio-psico-social en estrecha dependencia con el medio, entorno físico y humano en el que crece y madura, nos permite implicar a los padres, educadores y personas de diferentes sectores en el proceso madurativo de los niños, haciéndoles descubrir sus capacidades como mediadores de salud.
Cabe al pediatra contribuir a la promoción del desarrollo del niño a través de su intervención en cuatro entornos estratégicos: la familia, el sistema de salud, la escuela-jardín y la comunidad. Modelo de ecología social de la niñez.
En la familia, mediante el sostén y el acompañamiento de las relaciones vinculares del niño, fundamentalmente con la madre, pero no limitado a ella, considerando las particularidades del desarrollo de cada niño y los procesos de cambio que vive cada familia.
En el sistema de salud, mediante la acción en la prevención y detección de factores de riesgo liderando acciones de un equipo interdisciplinario para resolver los problemas que se presenten, así como mediante el fortalecimiento de los factores positivos.
En las distintas instituciones del sistema educativo, mediante la promoción de un trabajo interdisciplinario para implementar acciones orientadas al desarrollo del niño.
En la comunidad, mediante el mejoramiento del ambiente, tanto en aspectos de violencia, como en el saneamiento ambiental y en la promoción de espacios amigos de los niños.
En el momento actual, aunque la multisectorialidad no se discute, sólo se cumple en contadas excepciones y en general de forma puntual y voluntaria. La realidad que tenemos se caracteriza por el desconocimiento, la descoordinación, duplicación y solapamiento de actividades y programas entre los diferentes sectores responsables de cualquier tipo de intervención.
Por ello es básico la sensibilización ante la problemática.
El cambio de actitud surge de la reflexión, y ésta nace siempre de un contexto real y de la experiencia cotidiana que le da fuerza y le dota de credibilidad.
La sociedad hoy espera de los pediatras consejo y apoyo para que el desarrollo del niño se realice de forma integral con todas sus potencialidades genéticas intactas.
La universalización de la asistencia nos sigue estimulando para dar respuesta a las demandas y necesidades de nuestra infancia.
PROPÓSITO GENERAL
PROPÓSITOS ESPECIFICOS